Faulques es, en realidad, un fotógrafo de guerra que tras treinta años de profesión ha adquirido una torre en cuyas paredes circulares trabaja en su última foto, en la foto que no pudo hacer: una pintura al fresco con la que pretende desplegar las reglas implacables que sostienen la guerra como espejo de la vida.
Faulques recibe la visita de un desconocido cuyo rostro, sin embargo, ha visto miles de veces. Es el rostro de la derrota: Ivo Markovic, un croata al que disparó con su cámara en Vukovar durante la Guerra Croata de Independencia y con el que obtuvo un prestigioso premio de fotografía. Ha venido a matarle. Pero antes necesita que comprenda ciertas cosas. También Faulques necesita algunas respuestas y por eso no huirá ni intentará defenderse... Por el momento.