Enérgicas, vivaces, dinámicas... Las canciones de Alejandro y María Laura son un bálsamo ante el frenesí de la vida. Son pequeñas celebraciones en las que muestran su inconformismo frente a la rigidez de la rutina.
Exploradores inquietos, nostálgicos, su música es un mestizaje de ritmos indie y pop con un ligero toque folclórico.