Palmira y Jenaro, que rondan los 70, esperan la visita de su hijo
durante una memorable noche de insomnio. El hijo, un cooperante expatriado,
viene con la intención de llevárselos a vivir con él y poder así atenderles como se
merecen. Esta visita va a desencadenar en la pareja un conflicto en torno a la
defensa del propio espacio, y su sensación de inutilidad en esta sociedad del beneficio.
Mientras tanto, ahí fuera, en la vida, el mundo se ha vuelto loco y han puesto la luna en venta.
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Crítica 'El País'