La actriz Verónica Forqué presenta este sábado (22 h) y domingo (20 h) su último trabajo 'Shirley Valentine', una comedia divertida, pero que invita a la reflexión, y que está dirigida por Manuel Iborra.
Shirley Valentine es, sólo en apariencia, una mujer igual a millones de amas de casa que tienen vidas similares y paralelas en cualquier país del mundo. Sólo que ella vive en un adosado en un típico barrio obrero londinense. A través de un ingenioso recurso teatral, vamos conociendo su mundo y su vida en una especie de confesiones que va compartiendo en total complicidad con el público y con la pared de su cocina. La pared es su mejor amiga, dada la soledad de un matrimonio fracasado.
Pierde su apellido de soltera, al casarse con Joe Smith. Pero su marido salió autoritario, machista, maniático y egoísta. Tienen dos hijos. Y en ese camino de criar a sus hijos y soportar estoicamente las brusquedades de su marido, se le va escapando el amor y la vida. Sin embargo, al conocer a una nueva amiga que se acaba de divorciar y que la invita a pasar unas vacaciones en la famosa isla griega de Mykonos, Shirley se replantea su vida.
No se atreve a decirle a su marido que se va a Grecia porque sabe que jamás le dará permiso para ese viaje. Pero se enfrenta al desafío sencillamente con una nota: vuelvo dentro de 15 días. Sus vacaciones cambian completamente sus puntos de vista sobre la vida, el amor, la convivencia y ella misma. Intenta saber que fue de aquella Shirley de soltera y si la puede recuperar.
La obra, cargada de sentido del humor, enfrenta a Forqué durante una hora y media sola ante el público, lo cual lejos de producirle 'vértigo', le da ‘mucha compañía’. La cinco veces ganadora de un premio Goya se sube a un escenario teatral en solitario, ya que había hecho algún monólogo, pero nunca una obra entera.