‘La flor de los pétalos marchitos’ es una obra en la que los personajes se sitúan en la frontera que separa la vida de la muerte. Una tierra de nadie donde conviven los vivos con los muertos, el presente con los recuerdos y la memoria. Un juego de verbos para construir unos personajes perdidos y anclados en la angustia. Esta obra es un proyecto complejo e intimista, en el que ocho intérpretes llevan a escena una geografía de personajes que, desde lo grotesco, se mueven entre lo cómico y lo amargo.
El entierro de una niña, corta toda posibilidad de futuro, la desesperación de una madre, la peligrosa trivialidad de un coronel, la opresión agresiva de un sacerdote, la desprotección y miedo de un maestro, la inocencia de un joven soldado y un niño monaguillo, formarán el cortejo que los dos sepultureros organizarán como funcionarios de la muerte.