El viernes 25 (21 h), sábado 26 (22 h) y domingo 27 de mayo (20 h) la compañía catalana Els Joglars, dirigida por Albert Boadella, recupera la obra ‘El Nacional’ y la sube al escenario del Teatro Romea, actualizada, adaptada y enriquecida con más música, para celebrar los 50 años de la compañía. Este montaje sintetiza muchos de los elementos que han configurado el trabajo de la compañía durante todos estos años: el humor, la tragedia, el sarcasmo y la crueldad.
‘El Nacional’ son más de dos horas de teatro y música, pero también es una feroz crítica a la inflación artística, al elitismo cultural, a las vanguardia y a los burócratas de la cultura. El director Albert Boadella recupera a la soprano Begoña Alberdi, que ya interpretó el papel de la Casta Diva en 1993, y cuenta también con la participación del barítono Enrique Sánchez así como de los actores habituales de Els Joglars encabezados por Ramón Fontseré.
La historia de ‘El Nacional’ nos traslada a un momento en el que el teatro y la lírica casi han desaparecido. Por ello, Don José, viejo acomodador del antiguo Teatro Nacional de Ópera, ahora degradado y sin actividad, se propone representar de nuevo el Rigoletto, considerado por él como símbolo del teatro, un oficio de bufones, juglares y payasos, que nada tiene que ver con los artistas histriónicos, intelectuales y realistas que degeneraron la profesión. Para conseguir materializar sus fantasías y delirios renacentistas, Don José se rodea de un grupo de indigentes que se prestan a ser utilizados en el proyecto a cambio de pernoctar dentro de las ruinas del edificio. Algunos de estos indigentes son músicos que tocan en el metro y esto le servirá para formar la orquesta que acompañará las distintas arias de la ópera según su singular versión.
Las dificultades para controlar y adiestrar a los indigentes cargados de violencia entre ellos, la penetración del argumento de Rigoletto entre su delirio o las intervenciones exteriores para desalojar el local y demolerlo, son algunos de los conflictos que Don José afronta tenazmente a lo largo de la obra. Pero su resistencia para aceptar la realidad exterior de un mundo que ya funciona sin el teatro lo abocará a un desenlace numantino, acompañado por el canto y la música de Verdi.
La compañía
Desde 1961 el teatro de Els Joglars ha compaginado dos tendencias que rara vez aparecen juntas: la investigación fuera de cualquier convencionalismo y la popularidad. Conseguir pues un alto índice de audiencia con obras innovadoras desde el punto de vista del estilo y los contenidos ha sido la pirueta más singular de la compañía la cual ha conseguido con creces a lo largo de estos últimos 50 años. Els Joglars ha mantenido el procedimiento de un teatro crítico directamente relacionado con la realidad.
La historia de Els Joglars es la historia de la búsqueda y la investigación constante y de la construcción de un lenguaje teatral, partiendo del mimo clásico, hasta la incorporación de todos los elementos dramáticos posibles.