Cien años hace desde que, por primera vez, Cecilio Pineda puso en escena Don Juan Tenorio, protagonizada por un galán bravucón y pendenciero y una doncella inocente e inexperta que despierta a la pasión. Corría 1907 y se fundaba la compañía de reparto, pero Cecilio Pineda se quedó prendado del personaje de Don Juan, un apasionamiento que se ha convertido en tradición para todos los murcianos y para una familia que aún hoy sigue ligada en cuerpo y alma a esta obra. Una costumbre centenaria y unida a la fiesta de Todos los Santos que apenas se conserva en tres localidades de España.