"La obra es verso, ritmo, expresión existencial, denuncia frente al poder cruel, reflexión vital". Así presenta Teatro del Temple su versión de La vida es sueño de Calderón de la Barca, que nació en 2016 en coproducción con el Festival de Teatro Clásico de Almagro. "Cada actuación sirve para focalizar más a los personajes -señala Carlos Martín, director de la obra-. Función a función, uno va viendo cómo el ritmo de la puesta en escena y el trabajo de los actores puede regular la energía que subyace en la obra. Siempre buscas conseguir más con menos, ajustar más la fonación de los actores y la sonoridad del texto. Son tareas que nunca las das por cerradas porque los actores, como en toda gran obra, van creando poco a poco una gran experiencia teatral".
La vida es sueño que pone en escena Carlos Martín emplea lenguajes estéticos y musicales propios de la cultura urbana. La Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo, cerrado, claustrofóbico. Los siete actores, que permanecen en todo momento en escena, están acompañados por un músico, que crea un ambiente sonoro lleno de ritmos y sonidos evocadores. La obra ha sido recibida con éxito por crítica y público y se ha presentado en citas culturales importantes (como el Festival Don Quijote de París).
Jueves 30 de enero. 21 horas.